MUJERES EN LA COCINA

MUJERES EN LA COCINA

11/05/2018 Desactivado Por ElNidoDelCuco

 

No debería ser tan difícil interactuar con respeto y compañerismo en una cocina entre ambos sexos, ¿no? Sin embargo, la mayoría de las veces se transforma en una competencia de poderes y orgullo. Ver quien es mejor.

Por Regina Gómez Pesci 

            Ver quien tiene más fuerza. Ver quien puede más.

No debería depender de un pene y un cuerpo más grandote o de una vagina y un cuerpo más pequeño, en general. ¿Midiendo poderes por los genitales? Ya deberíamos evolucionar y dejar de lado todas esas cosas que se traen arraigadas del pasado en muchísimas áreas, en la vida misma. Me toca hablar de las cocinas porque en ese ámbito trabajo, desde hace muchos años. Y debo reconocer que las cosas van cambiando. Noto diferencias, los hombres están un poco más atentos y alertas, en cuanto a nuestras posibles dificultades con ollas de 50 litros, con cargar media res para depostar, entre otras. No obstante, debemos seguir diciendo que No, cuando No es No. Cuando No queremos aceptar contratos, “arreglos”, insultos o malos tratos. Creo que la mujer perdió un poco el miedo y esta hablando, contando lo que le pasa, lo que no quiere. 

Debemos trabajar en conjunto, a la par. Aceptando y respetando nuestras diferencias, que las hay, físicamente y psíquicamente. Está comprobado que los hombres son más propensos a tener problemas de memoria, imaginen esto en un jefe de partida. Por otro lado, las mujeres tienen un alto nivel de tolerancia al dolor, bastante más alto que el de los hombres, esto para ayudarlas a lidiar con la agonía de dar a luz o con sus dolores menstruales. Eso significa que sentimos el dolor de diferente manera que los hombres.

Un estudio realizado en las instalaciones del Centro de Investigación del Sueño de la Universidad de Surrey (Reino Unido) ha mostrado cómo los turnos de noche afectarían más a las mujeres tanto en rendimiento intelectual como en el estado emocional. Sin embargo, somos muchas las mujeres que hacemos turno tarde-noche.

Por otro lado, EL CEREBRO DEL HOMBRE ES MÁS GRANDE. Es un poco más grande que el de la mujer según un estudio realizado por la Universidad de Cambridge. Y como estas muchas más. 
Las mujeres somos diferentes a los hombres, y viceversa, pero no usemos esto para dividir, usemos esto para unir. 

Queda en nosotras y en ellos. Aceptarlas, respetarlas y trabajar en conjunto más allá de eso. Somos cocineras, cocineros, que elegimos cocinar, alimentar. Una acción tan hermosa no debería mancharse por la competencia entre quién puede más, o quién es mejor. ¡Complementémonos! Trabajemos para limar esas asperezas, que dividen. Respetemos al otro, como persona, como compañero/a, como cocinero/a.
“LAS PROFESIONES NO TIENEN SEXO”.