LA GUERRA DE LOS CHIPS – EEUU CONTRA CHINA

Cuatro años después, Huawei se burla de Estados Unidos

El inicio de las tensiones

Las dificultades de Huawei con Occidente comenzaron en 2018, cuando Meng Wanzhou, entonces directora financiera de la compañía, fue detenida en Canadá por petición de EE.UU., que la acusaba de “fraude bancario”.

Washington la señalaba de haber ocultado información relevante en un acuerdo con el banco HSBC, sobre la relación de Huawei con la firma Skycom, que ofrecía servicios a Irán (un país bajo sanciones económicas de EE.UU.).

El arresto de una figura empresarial de tan alto perfil provocó la ira de China, que calificaba la detención de la ejecutiva como un “acto bárbaro de intimidación”. Unos días después, China detuvo en su territorio a los ciudadanos canadienses Michael Spavor y Michael Kovrig, bajo sospechas de espionaje. Meng estuvo bajo arresto hasta septiembre de 2021, cuando firmó una declaración de culpabilidad y fue liberada (al igual que los canadienses), recuerda a esas viejas películas de espionaje donde se intercambian espías.

Pero, Huawei siguió atrapada en una escalada diplomática con tintes de guerra comercial entre China y Estados Unidos.

Los bloqueos a Huawei

En Mayo de 2019 los Estados Unidos, bajo el proteccionismo de Donald Trump, vetó las ventas de Huawei en todo su territorio y sugirió a países amigos a hacer lo mismo, causando incontables pérdidas económicas a la empresa. ¿La razón? Ninguna. Huawei había desarrollado tecnología de punta en 5G, capaz de superar a Ericsson y Nokia en ese segmento, por lo cual EEUU perdería el control del tráfico de redes y su contenido, tampoco tendría acceso a la vigilancia electrónica total sobre los ciudadanos de todo el mundo, si los equipos que los conectan no son de sus compañías. Entonces acusa a china de espionaje y les impide a empresas norteamericanas venderle tecnología a Huawei.

Cabe destacar que empresas taiwanesas o europeas utilizan componentes norteamericanos para fabricar sus chips, ya que todos los celulares y equipos de comunicación son un entramado de componentes de distintos orígenes , con patentes diversas, operando entre si dentro del mismo equipo, hasta Google se vio obligada a no venderle actualizaciones de Android, su sistema operativo, y todo debido a las sanciones, dejando a Huawei casi al borde del colapso, como bien lo dijo en su momento el Ceo de la compañía.

A todo esto se suman las sanciones impuestas por los Estados Unidos, a compañías foráneas de no venderle a china máquinas litográficas, que producen chips de pocos nanómetros, cuantos menos nanómetros tenga un transistor, más transistores caben en un chip, más chico es el chip, más cosas puede hacer.

Las sanciones a China no solamente hicieron perder millones a empresas de ese país, sino también a empresas Europeas, estadounidenses y taiwanesas, ya que se vieron obligadas a no venderle a su principal comprador. Los chinos se pusieron a trabajar. Huawei es una empresa que se jacta de la calidad de sus ingenieros, es tan así que, en las conferencias, las presentaciones de sus productos son aburridas y grises, ya que exponen ingenieros en vez de profesionales del marketing.

Huawei se burla de Estados Unidos y China sanciona a Apple. Doble jugada.

Durante la visita a China de Gina Raimondo secretaria de comercio de Estados Unidos, la primera semana de septiembre de 2023, Huawei lanza en tiendas online su teléfono de gama alta: Huawei Mate P60Pro. Sin bombos ni platillos, el teléfono comienza a venderse y el mundo se entera, después de desarmarlo, que especialistas occidentales han caído otra vez en la trampa. Estos “especialistas” decían que China no podría superar la barrera de los 14 nanómetros para sus chips, hasta que abrieron el nuevo Mate P-60-Pro de Huawei y vieron que está hecho totalmente de componentes diseñados en China, con una tecnología de 7 nanómetros.

No solo las sanciones hicieron crecer tecnológicamente a China, sino que, empresas chinas le venden ahora tecnología de punta a empresas chinas, y son autosuficientes en la fabricación de sus equipos, que poseen amplias cuotas del mercado internacional. De esta manera, las sanciones surtieron el efecto contrario al buscado, haciendo perder millones a empresas como Intel y la Holandesa ASML. Esta última, proveía las maquinas que imprimían los chips. Ahora China posee esa tecnología y Holanda vio reducida sus ventas. A menos ventas, menos inversión en innovación, más se retrasa la industria europea, ni hablar de pequeñas y medianas empresas de tecnología en el nuevo y viejo continente que han visto reducir sus ventas o directamente cerrar sus puertas, como muchas empresas desarrolladoras de software para celulares.

China aconseja a sus funcionarios de gobierno no comprar Iphone por fallas de seguridad

El gobierno chino, en venganza a las sanciones impuestas por EEUU a Huawei, hace lo mismo con Apple 4 años después, haciéndole perder en la segunda semana de septiembre de 2023, a la compañía de Cupertino, la friolera de 200 mil millones de dólares en capitalización de sus acciones. Los usuarios chinos se volcaron directamente a la compra del Huawei Mate P60Pro, que había salido unas semanas antes, durante la visita de la secretaria de comercio estadounidense Gina Raimondo, en lo que se consideró como una burla del gobierno chino hacia los estados unidos, lo que dejó a Apple sin ventas en China. 19 millones de teléfonos menos vendidos este año.

La guerra comercial entre China y Estados Unidos no deja de sorprender, así como los Rusos evadieron sin mucho esfuerzo las sanciones que les pusieron por la guerra de Ucrania, que al fin y al cabo terminaron perjudicando al viejo continente y a propias compañías occidentales, las sanciones contra China están haciendo lo mismo. Las sanciones hacia China promovieron que las compañías del gigante asiático no compren en occidente, quitándoles un mercado de más de 1000 millones de personas. Una estrategia que retorna como boomerang. En lo que va desde la salida del Mate P60Pro Huawei lleva vendidos 15 millones de teléfonos.

El miedo de Estados Unidos

TSMC es una empresa Taiwanesa que vende chips, la primera del planeta en ventas. Fabrica chips de 4 nanómetros. En estos hay software y patentes desarrollados en Norteamérica. Los Estados Unidos obligó a TMSC a no venderle chips a China, por lo cual este país tiene ahora sus propios desarrollos y patentes, no debiéndole nada a nadie. Los especialistas auguraban que China tendría al menos 10 años de retraso y fabricarían chips de 14 nanómetros, tecnología obsoleta en el mercado, sin embargo la industria privada china acortó a 3 años sus desarrollos en sus últimos productos con chips de 7 nanómetros.

El miedo de Estados unidos a la unificación de China con Taiwán es quedarse sin chips, para esto el gobierno ha desarrollado toda una estrategia para repatriar tecnología. Al mejor estilo intervencionista le impuso a TMSC construir una fábrica en Arizona, subsidiada en un 50%  con fondos públicos. A todo esto, su Ceo aclaró que estos chips serán un 30% más caros que los que se producen en el sudeste asiático, donde TMSC tiene su sede principal, y dejó entrever que no trasladará toda su tecnología de punta. También aclaró que las condiciones laborales de los trabajadores estadounidenses deben adaptarse al modo de producción chino o taiwanés o buscarse otro trabajo. “En TSMC todo es obediencia. No está preparada para América”, asegura uno de sus ingenieros sin desvelar su identidad. Veremos cómo le va en breve, ya que abrirá sus puertas para revelar su producción en el 2024.