El Fernet con Coca era más rico en los 70s

Los domingos en los 70´s

Cuando era pibe, allá por los años 70s, el domingo era obligatorio el asado en familia ampliada, íntimos, amigos y primos se sumaban a la fiesta, era tan así que mi padre se levantaba a las seis de la mañana para comenzar con los preparativos, desde el lunes al sábado se levantaba a las 4 pues era trabajador portuario y entraba a las 6 de la mañana a su trabajo.

Recuerdo que antes de desayunar limpiaba el quincho cuyo piso era de baldosas, sus pilotes de tronco y su techo de paja, parecía la réplica arquitectónica de una pintura de Molina Campos. Era maravilloso ese cacho de cultura urbanística campera en el conurbano, caro mantenerlo, pero era un espectáculo. La mesa era para 12 comensales pero una punta la usaba solo el asador, y si éramos más, generalmente los niños comíamos primero.

El fuego

El viejo desayunaba cuando mi hermana o yo volvíamos de la panadería tipo 8:30, facturas y mate amargo, luego cortaba el quebracho a puro hacha y dejaba todo preparado para encender el fuego  a las 10:30 de la mañana. Consistía en dos hileras horizontales de quebracho a los costados, a modo de pared, una hilera de maderas generalmente de cajones de manzanas a modo de techo y mucho papel, de los diarios que había leído antes de comenzar el fuego, dentro de esa construcción, arriba de todo eso iban carbones grandes y luego más pequeños, no requería combustible, entonces se dedicaba a esperar a que llegue alguien para así encender el fuego.

Los ilustres invitados

Los primeros que llegaban traían el aperitivo, la picada y el vino, generalmente los últimos traían el postre. El aperitivo constaba de varios amargos, el Fernet Branca era la estrella principal pero había otros, no faltaba la ginebra ni otros destilados como la grapa, varios tipos de quesos y variedades de fiambres y panes caseros, las mujeres se lucían con los postres como así también con preparados griegos como ser el “Scordaliá”, el humus y los envueltos en hojas de parra rellenos de arroz y carne, llamados “Dolmas” o “Dolmades”, ya que mi familia festejante, era de origen griego, mi otra familia, de parte de mi madre era tana, menos afecta a los festejos y su vida era más amarga, menos divertida y mas adusta.

Mientras mis tíos preparaban las bebidas, mi padre encendía el fuego donde jamás se tocaba un leño hasta pasada la media hora, donde había que reacomodar la pira y agregarle más leña y carbón, para comenzar con los preparativos de limpiar y calentar la parrilla, donde luego colocar la carne y las achuras en exacta distribución, ya que todos los cortes y distintas partes estén a tiempo, incluso se ponían algunas cosas antes para que los niños comieran primero, no había palitos, ni chizitos ni papas fritas y menos si eran importadas, no comíamos comida chatarra, en esa época los niños comíamos muy bien.

Cabe destacar que los niños probábamos todo, a mis seis años conocía el sabor de distintas grapas, me hacían diferenciar un vino de otro, en esa época el vino venia en damajuana o en botellas de un litro, también me hacían probar el Fernet con Coca Cola, que era la única de las bebidas alcohólicas agradable a mi paladar. Así que tengo historia en esto de tomar Fernet. También hay que destacar que nuestros padres nos educaban el paladar y no nos hacían tomar las bebidas, nos las hacían escupir y aspirar, tomábamos agua o soda con la comida.

¿Por qué el Fernet con Coca era más rico en los años 70s que ahora?

En los años 70s el Fernet tenía un 45% de alcohol, lo que lo hacía intomable solo o con hielo. A veces se ponían algunas gotas en el café caliente como digestivo, mientras el alcohol se evaporaba por el calor del café caliente, de la misma manera en que se usaba en Italia, como digestivo. El Fernet pasó en estos años a tener un 43% de alcohol y luego un 39%, un problema. Por otro lado está la Coca Cola, cuya fórmula era muy distinta a la de ahora, el dulce de la Coca Cola provenía directamente de azúcar refinado de la caña de azúcar tucumana, eso le daba un gusto redondo y placentero a todas las hierbas que integraban su fórmula, en los 90s eso cambia y el azúcar se encarece en el mundo, Estados Unidos pone restricciones a la importación de azúcar de Brasil, primer exportador mundial en esa época, con lo que encarece la bebida, entonces se comienza a utilizar en la formula de la bebida cola, “El jarabe de maíz de alta fructosa” (JMAF), que  es un edulcorante líquido,  obtenido por un proceso enzimático a nivel industrial, mucho más dulce, pero por sobre todo, mucho más barato y que no tiene el efecto estimulante del azúcar, ya que va directamente al hígado y se convierte en grasa, no en energía como hace el azúcar, que pasa directamente de la sangre a las células. Luego, durante la pandemia, Coca Cola y las demás bebidas aumentaron la cantidad de JMAF y disminuyeron la cantidad de azúcar, lo que terminó de destruir aquel sabor setentoso que amábamos tanto.