LOS VICIOS NO SON CRÍMENES
Por LYSANDER SPOONER
Una vindicación de la libertad moral
I
Los vicios son aquellos actos por los cuales un hombre se daña a sí mismo o hace daño a sus bienes. Los crímenes son aquellas acciones por las cuales un hombre daña a otra persona o a sus pertenencias. Los vicios son meramente las equivocaciones cometidas por un hombre en la búsqueda de su propia felicidad.
En oposición a los crímenes, no suponen malicia hacia otros ni interfieren con sus personas o propiedades. En el caso de los vicios, falta la esencia misma del crimen, es decir, el designio de dañar la persona o la propiedad del otro.
Es un principio de la ley que no puede haber crimen sin intención criminal; es decir, sin intención de invadir la persona o la propiedad de otro. Pero nadie se dedica a un vicio con una intención de tal índole. La persona ejerce su vicio exclusivamente por su propia felicidad, sin la más mínima malicia hacia los demás. A menos que esta clara distinción entre vicios y crímenes sea establecida y reconocida por la ley, no podrá haber sobre la tierra cosas tales como el derecho individual, la libertad o la propiedad, junto con el correspondiente e igual derecho de otro hombre al control de su propia persona y propiedad.
El gobierno que proclame que un vicio es un crimen, y lo castigue en tanto tal, intenta falsificar la naturaleza misma de las cosas. Sería tan absurdo como proclamar verdadera a la falsedad, o falsa a la verdad.
II
Cada acto voluntario en la vida de un hombre es o bien virtuoso, o bien vicioso. Esto quiere decir que o bien está en conformidad, o bien en conflicto, con las leyes naturales de la materia o del espíritu de las que dependen su salud y bienestar físico, mental y emocional. En otras palabras, cada acto de su vida tiende, en lo general, a la felicidad o a la infelicidad. Ningún acto de toda su existencia es indiferente. Aún más, cada ser humano difiere de los otros en su constitución física, mental y emocional, y también en las circunstancias que lo rodean. Por lo tanto, muchos actos que son virtuosos y tienden a la felicidad en el caso de una persona, son viciosos y tienden a la infelicidad en el caso de otra. Asimismo, muchas acciones que son virtuosas y tienden a la felicidad para el caso de un hombre y una circunstancia, resultan ser viciosas y tienden a la infelicidad en el caso del mismo hombre, pero en otro momento, y bajo otras circunstancias.
- Traducción de Margarita Martínez y Christian Jesus Ferrer
- Escrito y publicado en el año 1875
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