TU DESPERDICIO ES MI COMIDA

              Hace poco hicimos una acción solidaria donde repartimos comida vegana a gente en situación de calle. Se podía ver en la cara de esas personas, además de signos de felicidad por estar comiendo algo caliente y sabroso, signos de sorpresa.

¿A qué correspondía esta sorpresa? A que en vez de comer una polenta con carne, o un arroz blanco con manteca y pan, las papilas gustativas recibían nuevos sabores que nunca habían probado: Cardamomo, Pimienta de Cayena, Kummel, etc. El agradecimiento era el mismo, ya que no tenían nada para comer, pero el sabor era distinto. Igualmente decían que estaba muy rico, muy sabroso.

Una de las cosas que motivó esta acción, además de la empatía y las ganas de ayudar, fue que pudieran probar algo que nunca hubieran probado. Otra de las cosas que motivó la acción fue una reflexión: ¿Por qué, sólo por estar en situación de calle, tienen que terminar comiendo un guiso o una polenta y no pueden comer un Soufflé de Choclo con salsa picante, unas Cookies agridulces de banana y rábano picante?

Uno puede llegar a pensar: “Qué le importa comer una galletita re cool, el flaco tiene hambre”, pero esa persona tiene la misma necesidad de ver colores distintos que vos, la misma necesidad de sentir sabores nuevos que vos, la misma inquietud por comer algo con una forma distinta que vos. Sólo que todavía no lo sabe, porque no lo conoce.

Hay una historia legendaria, que reza: “…de acuerdo con los documentos de navegación de Magallanes, cuando él y sus hombres desembarcaron en América del Sur en 1520, descubrieron que las poblaciones indígenas no podían ver las gigantescas carabelas en las que llegaban. En seguida se alertaron cuando vieron los botes que utilizaron para llegar a las playas, ya que eran objetos conocidos, cercanos a su realidad, pero los otros navíos eran sólo grandes manchas tan ajenas a su concepción de realidad, que casi se volvían indescifrables…”

Sin ahondar en temas metafísicos, ni mencionar fragmentos de escritos de Albert Einstein,  podríamos hacer un paralelo interesante con lo que estoy mencionando.

No sólo es algo que trae nuevas sensaciones a las personas, sino que se puede hasta gastar lo mismo que en hacer los otros platos, hablando sólo de costos materiales, ya que lógicamente el tiempo de desarrollo en la cocina es mayor.

Uniendo esto con el título de la nota, además de mi idea de llevar platos “gourmet” a barrios carenciados, tenía en mi mente haber escuchado esta frase en algún lado. Así fue que un día, con un tallo de brócoli, cáscara de banana y otros ingredientes, logramos hacer unas galletas raw, que no sólo tienen un costo mucho menor, sino que son más saludables, generan menos desperdicio y menos basura.

Generadores de Basura

Como humanos, somos grandes generadores de basura. Todo el tiempo, desde el plástico que envuelve algún producto manufacturado, hasta las puntas de los pepinos que algunos cortan y las frotan porque si no, les da acidez, generamos grandes cantidades de basura. Esto además tiene un gran impacto ambiental.

¿Sabías que hacerse vegano es una de las formas más increíbles de reducir tu impacto en esta tierra?  La agricultura animal requiere grandes cantidades de tierra, agua, alimentos y energía, para desarrollarse. Por esta razón, es uno de los principales contribuyentes a las emisiones globales de efecto invernadero (más que todo el sector del transporte). Por ejemplo, se necesitan más de 9000 litros de agua, para producir 1 kg de carne, en comparación por ejemplo con los 94 litros de agua que se necesitan para producir 1kg de trigo. Sin mencionar el impacto de la cría de animales, la sobrepesca, la deforestación y el agotamiento de las fuentes de agua dulce.

De esta forma, con la implementación de Your Waste Is My Food y de mi idea mencionada en el segundo y tercer párrafo de esta nota, también aminoramos nuestro impacto ambiental, o nuestra Huella de Carbono. Para el que no lo sabe, explicado con su definición, este indicador ambiental busca reflejar «la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto»

Queden atentos a mis redes sociales y a las notas del Nido del Cuco que pronto habrá más novedades acerca de cómo participar del movimiento. Gracias y, si pueden…. GoVegan.

Si creen que no pueden, comiencen con lo que yo llamo “El Desafío Lácteo”. Dejen de comer lácteos por sólo una semana. Si ven que tomar el café solo, les da ganas de darse la cabeza contra la pared, reemplacen “el cortado” con un poco de leche de almendras o de cajú. Si además no pueden concebir una picada sin queso, prueben alguno alternativo de frutos secos o de girasol.

Van a ver cómo, en sólo una semana, se sienten más livianos, respiran mejor y hasta les cambia el brillo de la piel. Háganlo y después me cuentan.