EL AÑO QUE VIVIREMOS EN PELIGRO

Se terminó el verano amigues, empieza oficialmente el año. Vuelven los pibes al colegio y nos dejan en paz. Todos los compañeros de oficina ya volvieron de vacaciones y  nadie comenta nada porque hasta hace unos años no bajaban de 15 días en Brasil y hoy apenas pueden con los gastos de la costa bonaerense. Inclusive si es uno de los que todavía no pudo beneficiarse con los 700 mil puestos de trabajo que creo este gobierno y está en la lona, tiene el consuelo de que lo peor ya pasó, de que pagás lo que tenés que pagar de servicios y que todo va a mejorar todavía más en el futuro.

 Otra cosa que ya paso es el famoso caso de los cuadernos, hundido en un rio de operaciones de los atentos servicios secretos de este país, que recurren cada vez más a argumentos que harían la envidia de David Lynch para salvar una opereta que terminó estrellándose por una investigación periodística que desnudó lo que todos ya sabían, o sea, que es una causa armada. Otra que murió, seguramente asesinada, es la causa por la muerte del fiscal Nisman, cuyo baño está  a punto de batir un record Guinnes  por ser el espacio cerrado donde más gente hubo por metro cuadrado.  A pesar de tener espasmos, ya todos quieren sacarse el muerto de encima ante la imposibilidad de probar que hay mutantes entre nosotros cuyo poderes consiste en atravesar paredes.

Sin embargo, en  el país donde todo está mejor que nunca, en un año electoral, con este gobierno, debemos estar preparados porque la realidad se va a convertir en algo así como un mal viaje de Hunter Thompson, Pánico y locura en las Vegas, pero en la matanza. Va a ser como si el agua corriente estuviera contaminada de LSD y todo el día  la tele nos va a enseñar declaraciones de funcionaros sonriendo por lo bien que le va a al país, caras preocupadas de esos mismos funcionarios por el temor a la vuelta del populismo, amenazas de que todo va a explotar si ellos se van pero en serio, no como ahora… Asesinatos sumarios de la policía apoyados por la población horrorizada con la inseguridad… Sin nada, nada que ofrecer, el  plan de la coalición gobernante será agitar el terror de tiempos pasados, donde gracias a la droga que te vienen dando hace años, vas terminar convenciéndote como en el  2016 que decías:  Es todo culpa de la pesada herencia, en el 2017: Es culpa de los 12 años de kisrchnerismo, en el 2018 es todo culpa de 70 años de peronismo y coso, para finalmente en el 2019, año de elecciones, digas que es todo culpa de los argentinos.

Y del otro lado, ahí es otra historia. En busca del pegamento que selle la unidad, ¡el peronismo unido jamás será vencido! gritan por los pasillos buscando la forma de congeniar lo que es una mayoría abrumadora en votos de una candidata contra 2 o 3 gobernadores que no ganan ni en sus provincias, pero que poseen un poder de rosca importante y varios candidatos potables pero poco conocidos o de difícil posicionamiento. Todo es una incógnita menos una cosa, si el peronismo no se unifica, volverá a ser derrotado en las elecciones de este año.  Con ese espíritu, la masa peronista y no tanto pero que igual acompaña a Cristina, se prepara para aprender la marcha peronista pero en lenguaje inclusivo, a usar pañuelos que sean mitad verdes y mitad celestes para graficar la comunión del pueblo con el Papa anti- derechos pero peronista, ver aparecer ciertos personajes aferrándose a la teta de Cristina para no desaparecer, sindicalistas que inauguraron estatuas de Perón con Macri. ¿Será este el precio? ¿Será lo que tenemos que pagar para que estos delincuentes se vallan de una vez, tragar sapos y sapos hasta que la fetidez batracia nos destroce los sentidos?  

Pero nadie habla del después, de qué vamos a hacer con todo este desastre y los que lo llevaron a cabo. Por lo pronto, hay que atravesar lo que va a ser el año más psicodélico de los últimos tiempos, y hay que ver que tan locos terminamos luego.

Bienvenidos a la 5ta temporada del Nido del Cuco,  los pilotos de tormenta que necesitás para atravesar este mar de ácidollamado Argentina.