LA NARRACION: ¿ESENCIA DE LA NATURALEZA HUMANA?

LA NARRACION: ¿ESENCIA DE LA NATURALEZA HUMANA?

07/06/2020 Desactivado Por ElNidoDelCuco

 

 

 

 

 

 

 

 

Por SERGIO DI BUCCHIANICO

               Se podría afirmar que es sumamente sorprendente la advertencia que Remo Ceserani plantea, cuando califica de errónea la denominación de homo sapiens, para hacer referencia al origen del hombre sabio o pensante (apoyándose en Stephen Jay Gould)[1], debido a que tal vez la construcción del conocimiento adquirido se establezca en el relato de lo visto, lo vivido, lo aprendido a través de la experiencia; y como consecuencia de un transito, una búsqueda hacia el objetivo deseado; que necesariamente tendría un inicio, un desarrollo y un final: como un viaje. Por lo que probablemente la necesidad de narrar ese viaje, haya sido el motor que puso en movimiento la fascinante maquinaria del sistema cognitivo, que hace del ser humano un animal peculiar y diferenciado del resto de los seres vivientes. Por lo tanto, la definición homo narrator seria antropológicamente más apropiada e identificatoria para referir al hombre y sus orígenes, dado que la narración en tanto relato de viaje, parece ser la forma discursiva que hubiere habilitado el desarrollo y existencia de otros discursos hoy normalizados y naturalizados; cuyo nacimiento estaría en la percepción de la realidad y la posterior circulación de ese conocimiento, ya que la incorporación de los fenómenos exteriores la realizamos en el contexto del espacio y el tiempo, es decir, en el mismo marco que se produce un viaje, de cualquier característica (material, intelectual, espiritual, etcétera) y tal vez por ello, el arte de narrar no solo sea un resultado, sino una necesidad.

Pero para una mejor comprensión del tema podría ser oportuno recurrir al artículo de Beatriz Colombi “El viaje y su relato” y a Ricardo Piglia en su conferencia “El arte de narrar”, donde se establecen algunos carriles para circular, en pos de abrir panoramas fértiles en cuanto, no solo a la metáfora del viaje, sino también a la narración como posibilidad de configuración de subjetividades.

En un rápido recorrido por interpretaciones de diferentes autores, Colombi señala que a la ancestral actividad de viajar y narrar, se la podría considerar “tanto como una formación discursiva, un genero discursivo o genero literario”. Por lo que al parecer -dicha actividad-, sería dueña de cierta ductilidad, sujeta a fundamentos epistemológicos que estructurarían su forma, pues existiría el viaje educativo, el científico, el burgués, el letrado, el turístico, etcétera, que habilitarían especies textuales derivadas de esas estructuras fundantes, acaso de real incidencia en la subjetivad individual y colectiva. Pero es Ricardo Piglia quien en su conferencia “El arte de narrar”, propone esta idea de la narración como construcción de subjetividad al referirse a Ulises como el viajero errante, nostálgico, añorando el regreso; un héroe que se constituye en tanto sujeto, desde la carencia. 

Pues bien, si concebimos a la narración como un proceso en el cual se da cuenta de un movimiento con inicio, desarrollo y final, posiblemente podríamos conjeturar que en el viaje mismo se hallaría el hecho narrativo, pero ¿como aparecen entonces las figuras retóricas que lo conforman como discurso o como género?, ciertamente para Hayden White se trata de “reducir lo exótico a lo familiar”, para lo que indefectiblemente se recurriría a la utilización de los tropos maestros (metáfora, metonimia, sinécdoque e ironía), es decir figuraciones retóricas que dieron nacimiento a la narración como genero en el periodo post renacentista; en consecuencia figuración y trama serían los componentes básicos del discurso narrativo, aunque el viaje propiamente dicho podría ser aislado de ese esquema, debido a que éste no requiere de la rigurosidad científica  exigida a otras narrativas, que invariablemente se conformaría en ellas.

 

Pero más allá de cualquier valoración estructural del viaje y la narración, parece evidente la existencia de un arte de narrar, de una manera o modo que haría de ella un acontecimiento artístico y no una mera sucesión de eventos o descripciones, ya que el relato de las vicisitudes padecidas por Don Quijote, aparenta diferenciarse bastante del manifiesto comunista por ejemplo, o de una conversación callejera acerca de una acción determinada; pues entonces ¿cuál sería esa diferencia?

En primera instancia si un relato tiene interés para una determinada audiencia, y no solo para el relator, podríamos decir que estamos frente a un buen relato; así las cosas, no habría incompatibilidad entre los ejemplos citados, ya que todos podrían despertar atención en públicos diversos. Es también Ricardo Piglia, quien en “El arte de narrar” nos aproxima a una definición del buen narrador: “…un buen narrador no es solamente el que tiene la experiencia, sino aquel que es capaz de transmitir al otro esa emoción”, dice Piglia, y nos sugiere distinguir entre “experiencia e información”. En efecto, la primera es quien nos permite incorporar lo narrado a nuestra vida y vivenciarlo como cosa personal, de lo cual se podría deducir que sería la forma, el modo; es decir, el cómo y no el qué, quien transformaría a la narración en un fenómeno artístico.

Si bien es cierto que no habría viaje sin narración, ya que este se produce con el fin de ser contado, Piglia entrega una mirada más que interesante, cuando afirma que alguien podría relatar la decodificación de signos, huellas o símbolos antes indescifrables, y en ese caso se estaría ante la presencia de la narración como investigación; para Piglia ésta y el viaje serían los modos básicos y estables del discurso narrativo, “anteriores a los géneros y a la distribución múltiple de los relatos en tipos y especies”[2]. En estos términos la figura de Edipo y su heroicidad subjetiva sería la que representa a la investigación como modo narrativo “…es Edipo el descifrador de enigmas, el que investiga un crimen y al final termina por comprender que el criminal es él mismo. Es Edipo el que protagoniza esa estructura de la narración como investigación y por lo tanto como un relato perdido que es preciso construir”[3].

A modo de conclusión, tal vez resulte acertado recordar la declaración de Beatriz Colombi: “Los géneros integran sistemas relacionales y se definen más por sus fronteras y bordes que por sus especificidades internas”, lo que permitiría pensar que tanto el viaje, como la investigación  (al igual que los géneros) no se diferencien tanto como aparentan, porque en todo caso, seguramente habiten juntos en aquellas regiones de la mente humana, donde los anversos y reversos, los núcleos y las periferias de cosmogonías imperfectas lidian por sobrevivir y reproducirse; y donde las explicaciones abren nuevos interrogantes, con la caprichosa intención de encontrarle algún sentido orientador a nuestra presencia, en este caótico, controvertido y encantador universo que integramos desde nuestros orígenes, acaso como simples narradores u homo narrator, y no como sabios pensantes u homo sapiens.

 

……..

[1] Ceserani Remo, Introducción a los estudios literarios. “La necesidad de narrar como esencia de la naturaleza humana”.

[2] Piglia Ricardo, El arte de narrar.

[3] Ídem.

  

Últimas Publicaciones

14/12/2023 Desactivado

DURMIENDO CON EL ENEMIGO

Por ElNidoDelCuco

Por ANDRÉS GARCÍA           Empecé el año escribiendo sobre lo que significó para los argentinos el mundial de Qatar 2022. Creo que nunca habíamos visto un…

14/12/2023 Desactivado

ESCRIBIR PARA QUE NADA SIGA IGUAL

Por ElNidoDelCuco

        Por ARIEL STIEBEN”Maldita sea, Cali es una ciudad que espera, pero no le abre la puerta a los desesperados”. Andrés Caicedo, Piel de verano.          Toda la obra…

14/12/2023 Desactivado

LA UTOPÍA DEL FUTURO

Por ElNidoDelCuco

Por FACUNDO GARCÍA PASADO Estamos empezando la pesadilla consciente del gobierno libertario sin entender cabalmente qué es lo que nos pasó para llegar a esto. Apenas sabemos que no hay…

14/12/2023 Desactivado

LA PSICOHISTORIA

Por ElNidoDelCuco

EDITORIAL           A Hari Seldon lo conocimos en persona, en el primer capítulo del primer libro de la saga “Fundación” de Isaac Asimov. Había nacido en…

14/12/2023 Desactivado

PREJUICIO, ENVIDIA Y EL HUMOR ESTERIL POSMODERNO

Por ElNidoDelCuco

Por ALEJANDRO PASCOLINI               El sociólogo alemán Norbert Elias en su obra “Ensayo teórico sobre las relaciones entre establecidos y marginados” (1), afirma que…