Editorial de Cucos – 11 de Julio

SEAMOS LIBRES

          La independencia es un estado de no-subordinación respecto a otra persona, nación o entidad. Las revoluciones se basan en la obtención de la independencia. La más popular en Europa fue tal vez la guerra de la independencia francesa, que condujo a la caída de la monarquía en 1789, o la independencia de EEUU, donde este término surge como un término político. Porque la palabra independencia proviene de la palabra francesa medieval “depenre”, que significaba “colgar”, o “colgando”. El sufijo latino in indica negación, y así la palabra originalmente significaba “no hacerse colgar”, que es una descripción exacta de lo que los países querían conseguir al derrotar a sus colonizadores. Surgidas de estos antecedentes, la argentina se da su independencia en 1816, cortando con el yugo español que atrasaba 100 años con respecto a Inglaterra por ejemplo, pero algo que deberíamos saber, tomando palabras de Bayer… Es que cuando se hizo la patria se hizo para los hijos de los Europeos, se hizo para algunos sectores pero se siguió con un sistema de desprecio hacia los pueblos originarios, con el mayor asesino de masas de nuestro país, Julio Argentino Roca, en campaña para apropiarse de sus tierras.
No hemos logrado todo lo que soñaron los primeros patriotas, los que soñaron la patria grande e inclusiva, que a pesar de haber visto desfilar a un sinfín de cipayos, hoy deben estar revolcándose en su tumba cuando el presidente pide perdón por haber declarado la independencia, se esconde en la casa de Tucumán para un no acto de conmemoración, se suspenden festejos masivos y hasta declinan el desfile militar restaurado por el gobierno porque a las fuerzas armadas también les llegó el segundo semestre, esas mismas fuerzas armadas que el año anterior desfilaron orgullosos mezclados con apologistas de la dictadura y carapintadas. Alguno que ya estiró la pata diría: el mejor momento nos llegó con los Macri…
¿Qué es ser independiente? ¿Es lo mismo ser independientes que ser autónomos? Hemos adquirido una falsa independencia o simplemente seguimos en lucha por conquistar nuestra soberanía. ¿Y quién lucha? ¿Quién es el sujeto que responde a este llamado contra la historia colonial, o sea, la opresión? Argentina siempre se enorgulleció de ser el más europeo de los países latinoamericanos, lo cual ya dice mucho de nosotros, la Paris Sudamericana, la Chicago Argentina , tirar manteca al techo en los barcos que llevaban a Europa a la burguesía en viajes fastuosos de meses de duración, ir a Miami a comprar ropa o escaparte una semana a Rusia a ver el Mundial, un puerto construido a espaladas de la ciudad, para que no se vea el saqueo, ser un pobre diablo que cambia 5 mil pesos por dólares y piensa que hace negocios, nuestro mejor jugador de futbol actual que no jugó nunca en un club del país, el colegio bilingüe, festejar Halloween, San Patricio, aborrecer de los extranjeros que se atienden en los hospitales, reprimir la cara de asco cuando te atiende un extranjero en alguna guardia, visitar el sur del país sin que te importe de quienes son esas tierras, odiar a los chilenos pero cruzarte a chile a comprar una tele de 200 pulgadas, decir estos negros, estos bolas, los peruanos son todos traficantes, no saber ni un artículo de la constitución y putear jugadores porque no cantan el himno y toda la miseria que cargamos por haber sido (¿haber sido?) una colonia.
Francia juega la final del mundial y el 80% de sus jugadores provienen de sus antiguas colonias, Lukaku, el jugador Belga declaró que cuando Bélgica gana hablan de él como un jugador Belga, y cuando pierde, hablan de él como el jugador Belga de origen congoleño. Así funciona la apropiación. Frantz Fanon dice en Los condenados de la tierra : “La independencia no es una palabra que deba exorcizarse, sino una condición indispensable para la existencia de hombres y mujeres realmente liberados, es decir, dueños de todos los medios materiales que hacen posible la transformación radical de la sociedad”.