La insoportable levedad del ser (obrero)

La insoportable levedad del ser (obrero)

11/06/2018 Desactivado Por ElNidoDelCuco

Las buenas palabras abrigan al buen lector.   

Melmont.

Por Chinasky

SOBRE LAS PERVESIONES SEXUALES    

 

                Querido lector, ser un proletario pulcro y abnegado en este país es una tarea ardua difícil. Se sabe que el buen gusto y la decencia escasea en nuestro patriótico proletariado, pero queremos a través de estas páginas y en las futuras entregas, demostrar cómo aun en nuestros tiempos siguen habiendo héroes entre los vuestros (si es que perteneces a la clase social de la que hablamos, pero si eres un empleadillo oficinezco esperando su retrasado ascenso social, tal vez estas humildes aventuras logren cultivarte).

Bien amable lector, hay proletarios que aun a pesar de su condición logran traspasar las fronteras de su alienación de televisión, asado, y consiguen cultivar sus mentes enriqueciéndolas.

Generalmente la llave para este destrabe es el marxismo (tranquilo amable lector no es de política que hablaremos en estas paginas, no es nuestra intención espantar a  nuestros lectores cultos ya que queremos crear la tan mentada “audiencia”), pero el marxismo al sostenerse en el materialismo científico y en el método dialectico también produce en el proletariado no solo las ansias de romper sus cadenas de esclavo asalariado, en ciertas mentes privilegiadas logran expandir los deseos, o como dirían los eruditos, “las perversiones sexuales“; y he aquí como en un ambiente machista y misógino hay trabajadores que desarrollan fetiches de todo tipo y uno de ellos es el “Cross”.

La idee fixe (como tan amablemente pronuncian nuestros colegas franceses) de este fetiche es usar ropa y lencería femenina solo para la intimidad sexual. No son travestis y mucho menos transexuales. Esta sutil perversión en el mundo obrero está más extendida de lo que cualquiera pueda imaginar, y no hay obrero por más “macho” que se aprecie, que no ceda frente a un varón vestido con lencería femenina para “darle”, hablando en términos vulgares.

Los proletarios sensibles que llevamos este fetiche adelante, con gusto y decencia, lo practicamos con tacto y sutileza, ya que en un ambiente violento y vulgar ciertos “placeres” pueden ser peligrosos, pero con inteligencia y buen gusto es un campo que deja muchos dividendos, ya que el proletariado en su conjunto siempre quiere gozar ya sea por aburrimiento o para escapar de su numerosas y perturbadoras familias.

En las futuras entregas trataremos desarrollar las diferentes aventuras que se presentan en esta fabulosa práctica, mientras tanto caro lector continua con tu habitual “entreteniimiento”al que seguro ya estás acostumbrado.

                                                                   Chinasky

                                                Vuestro servicial trabajador metalúrgico